LA FASCINANTE MELANCOLÍA DE LAS CITHAERIAS
Un viaje fotográfico al corazón de las selvas colombianas en busca de una mariposa tan bella como esquiva
Si no quiere leer, esta es la columna en mi propia voz. No leo como lo haría un locutor, me equivoco en ocasiones, pero soy yo mismo, no una voz clonada con inteligencia artificial (puede escucharse cómodamente a 1.5 de velocidad).
Hoy estoy tan abrumado por las noticias del mundo, que no he sido capaz de ponerme a escribir sobre una obra musical cuyo texto me da vueltas en la cabeza desde hace un rato. Pronto vendrá.
Me parece un poco raro: el mundo al borde de la tercera guerra mundial, y yo escuchando música, como si no fuera conmigo.
Me parece un poco raro: el mundo al borde de la tercera guerra mundial, y yo escuchando música, como si no fuera conmigo
Claro que la música me acompaña todos los días, pero, por lo menos hoy, no me siento con ganas de escribir sobre algo que me produce tanta alegría y felicidad.
En la ducha, donde suelen venir a mi mente muchas ideas, se me ocurrió que podría contarles mi historia con un género de mariposas bellísimo, que vive en bosques oscuros, algo melancólicos. A pesar de que se trata de bichos absurdamente bellos, que me han hecho emocionar como pocos, el ambiente donde viven, y sus imágenes, tienen un aire de misterio, una tristeza leve subyacente, que me parecen adecuadas para estos tiempos tan duros de vivir.
Se trata de las Cithaerias, un género de mariposas de la familia Nymphalidae, subfamilia Satyrinae, tribu Haeterini, que he visto en un par de entornos selváticos del país. Aunque les he mencionado su taxonomía, como para que los interesados en el tema se orienten un poco, no voy a contarles cosas relacionadas con la biología del bicho, ni con su ciclo de vida, ni voy a decirles que la pérdida del hábitat amenaza su existencia. Esas cosas están en Wikipedia o pueden investigarse con ChatGPT , Perplexity , o Gemini, que son los LLM que uso.
Cuando empecé a fotografiar mariposas, por allá en diciembre del 2021, cerca de Garzón, en el bello departamento del Huila, y luego de 1244 imágenes publicadas, de 670 especies, tengo que confesar que fue la Cithaerias cliftoni la que me enganchó sin remedio en el tema. Recuerdo bien que en una reserva que se llama "El Encanto", en Palestina, también en el Huila, andaba buscando pajaritos y me encontré con Fredy Montero Abril (@butterfliesofco en X), quien estaba guiando a un grupo de turistas extranjeros que vinieron al país buscando fotografiar mariposas. Como ese es un tema que he tenido en salmuera por años, aproveché el encuentro para indagar un poco sobre el tema, conversamos largo... y compré sus argumentos: en adelante miraría con más cuidado las mariposas. Terminé haciéndome buen amigo de Fredy, un profesional a toda ley. De hecho, al tiempo lo invité a mi casa de Cali y pasamos cerca de una semana buscando mariposas en lugares cercanos. Yo lo que estaba era aprendiendo a aproximarme a estos bichos, pues el tema es muy distinto al de las aves. Estaba aprendiendo de uno de los que lo tiene bien claro.
Yo lo que estaba era aprendiendo a aproximarme a estos bichos, pues el tema es muy distinto al de las aves
A los pocos días vi un documental en YouTube, en el canal de CaminanTr3s, en el cual participó Fredy. En ese documental, que se llamó "¡ES REAL! EL PARAÍSO DE LAS MARIPOSAS ES PUTUMAYO - COLOMBIA" mostraban, por supuesto, de la mano de Fredy, las mariposas del Putumayo. ¡Me pareció fascinante! En el minuto 15 apareció una mariposita transparente, con una parte de las alas posteriores color rosa, metida en el sotobosque oscuro. Los presentadores la identificaron como una Cithaerias. Les recomiendo ver el documental completo, realmente vale la pena:
Cuando vi esta mariposa en YouTube, mi cerebro hizo clic. Quedé enganchado sin remedio y me decidí a viajar al Putumayo a buscar esta mariposa.
Con este bicho en la cabeza salimos de viaje en febrero de 2022, con Juan Guillermo Jaramillo y Felipe Anaya, rumbo a Mocoa, Villagarzón y otras veredas cercanas. Allí contamos con la ayuda, como guía local, de nuestro buen amigo y gran profesional, Brayan Coral Jaramillo. Empecé formalmente a fotografiar mariposas. Al principio pensé que sería fácil, pero mi cuerpo ya no es el de antes, y las mariposas se paran donde ellas quieren, con lo que alguna que otra maroma toca hacer:
Las selvas del Putumayo son sencillamente espectaculares. Para tratar de recrearlas le pedí a Midjourney un poco de ayuda. Estas imágenes son creadas con esa inteligencia artificial, un buen rato redactando prompts y alguna ayuda de Photoshop. Créanme, no son fotos reales del Putumayo, pero dan una buena idea del ambiente del lugar:
Uno de los lugares que visitamos fue la reserva "Portal del Sol", al occidente de Villagarzón, en el Putumayo, por supuesto. El sendero donde se suponía debíamos encontrar a nuestra Cithaerias es más empinado de lo que mi edad y estado físico querrían, pero lo recorrimos varias veces. En este video se aprecia algo del ambiente.
A la mariposita hay que buscarla baja, en el sotobosque, donde suele aprovechar una capa de aire caliente que se forma unos 30 o 40 cm sobre el terreno
A la mariposita hay que buscarla baja, en el sotobosque, donde suele aprovechar una capa de aire caliente que se forma unos 30 o 40 cm sobre el terreno. Los colores de las mariposas son una maravilla de la naturaleza, creados tanto por los pigmentos en las escamas de sus alas como por la estructura misma de estas, que refracta la luz como si fueran pequeños prismas. No obstante, existen especies que poseen escamas extremadamente finas o prácticamente carecen de ellas, dejando a la vista la membrana transparente de sus alas. La tribu Haeterini, a la cual pertenece este género de mariposas del que estamos hablando, se limita exclusivamente a la región neotropical. Todos los miembros de esta tribu son mariposas escurridizas y crepusculares que pasan su vida escondiéndose en las profundidades de la maleza.
Pues bien, después de recorrer el sendero un buen rato, apareció la mariposita que soñaba conocer:
Como pueden ver en el pie de foto, en este caso se trata de la Cithaerias cliftoni, que suele encontrarse en esta región del país. La especie fue descrita por Luis Miguel Constantino en 1995. Para quienes puedan estar interesados, Luis Miguel tuvo la amabilidad de facilitarme el enlace a una publicación donde se muestra que "la evidencia morfológica y molecular apoya el reconocimiento de Cithaerias cliftoni (Constantino, 1995) como una especie distinta de C. pireta (Stoll, 1780) y C. aurorina (Weymer, 1910)"
Los adultos de esta especie suelen encontrarse solos, habitando los rincones más oscuros y húmedos de la selva tropical, localizándose en áreas específicas. Estas mariposas tienen una naturaleza crepuscular: aunque a veces se las puede ver durante el día, es mucho más común encontrarlas al atardecer.
Los adultos de esta especie suelen encontrarse solos, habitando los rincones más oscuros y húmedos de la selva tropical
Su vuelo es bajo, cerca del suelo, sigiloso y fantasmal. El batido de sus alas es profundo y lento, pero pueden moverse muy rápido si se sienten amenazadas. Al posarse, suelen girar rápidamente e inclinarse ligeramente hacia adelante, mostrando un "falso ojo" en la parte inferior del ala trasera. Este ocelo, junto con la zona rosa brillante y la forma ovalada de las alas traseras, puede simular la cabeza de una pequeña serpiente, disuadiendo a aves, reptiles o anfibios que puedan detectarlas.
Como ya lo había mencionado, estas mariposas tienden a permanecer en lo más profundo de la maleza, emergiendo al atardecer para alimentarse de frutos de palma en descomposición en el suelo del bosque o de los fluidos que exudan los hongos en descomposición. Permanecen inmóviles durante largos períodos, pero se levantan con facilidad si se las molesta, retirándose a la maleza. No obstante, su comportamiento habitual es que regresen a los pocos minutos.
Tener un poco de paciencia y estar en el bosque adecuado, a la hora precisa, son las claves para darse el regalo de observar esta maravillosa especie.
Pero la vida es buena conmigo y me tenía reservada una sorpresa más con las Cithaerias.
El miércoles 17 de julio de 2024 fui con Felipe Anaya a visitar San Cipriano, cerca de Buenaventura, donde nos esperaba nuestro guía local, el infaltable Never Murillo, gran guía y amigo de muchos años. No es posible mencionar a San Cipriano sin decirles que, para llegar, se hace necesario abandonar el carro y tomar una "brujita", que no es otra cosa que un carro artesanal, hecho con balineras, montado sobre la vieja carrilera del tren e impulsado por una motocicleta que los ingeniosos habitantes de la región han adaptado de forma maravillosa.
En este video se pueden hacer una idea de lo que se trata:
En San Cipriano toca caminar. Pero vale la pena. Después de un par de kilómetros que bordean el río, nos metimos en un sendero "selva adentro", como decimos los pajareros. El ambiente se parece en algo al que vimos en el Putumayo, aunque son zonas biogeográficas muy distintas. Sin embargo, el sotobosque oscuro luce prometedor en lo que al tipo de mariposas que buscamos se refiere.
Y, como era de suponer, San Cipriano nunca decepciona
Y, como era de suponer, San Cipriano nunca decepciona. Pude hacerle varias imágenes a otra especie muy parecida a la anterior, que se llama Cithaerias pireta pireta (esta especie es la Cithaerias que vive en la cordillera occidental):
Las imágenes hablan por sí solas, es un bicho divino, misterioso, encantador, mágico, que se acomoda con mi estado de ánimo actual, entre melancólico, decepcionado del Homo sapiens, triste y pensativo.
Pero San Cipriano me tenía una sorpresa más. Después de mucho trabajo, logré una de las fotografías que más me ha gustado, en todos los años que llevo en esto:
Sí. Son dos especies, la de la izquierda se llama Dulcedo polita, que casi nunca llega al cebo que usamos y que suele ser muy difícil de fotografiar. La que se encuentra a la derecha es el mismo individuo de las tres fotos anteriores: Cithaerias pireta pireta.
Quiero aclarar, porque a alguno podría parecerle inverosímil, a mí me lo parece, que esta es una fotografía real
Quiero aclarar, porque a alguno podría parecerle inverosímil, a mí me lo parece, que esta es una fotografía real. No fue creada con herramientas de inteligencia artificial ni es producto de malabarismos en Photoshop. Por supuesto que la imagen fue revelada digitalmente a partir de un archivo raw, pero los bichos estaban allí, tal cual los ven, y los capturé con una Nikon D850 y un lente 500 mm f4.
En realidad, monte adentro nos encontramos a este par de hermosas maripositas alimentándose del excremento de algún ave, o tal vez de un murciélago, o podría ser algún fruto en descomposición. Nos tomamos el trabajo de experimentar con una pequeña linterna para iluminar la escena sutilmente, desde varios ángulos. Esperamos un buen rato a que se posicionaran adecuadamente, ajusté mi posición varias veces y tomé cerca de 200 imágenes, hasta lograr esta que ven.
Fueron varias horas correteando estas mariposas, con cuatro personas trabajando en equipo, todo para conseguir una sola imagen. ¡Valió la pena!
Esta foto es un testimonio de la belleza que nos rodea y de la paciencia que requiere la fotografía de naturaleza. Es un recordatorio de por qué me apasiona tanto salir con mi cámara a perseguir bichos, aunque cada día que pasa, a mi cuerpo le cuesta más.
Si a alguno le interesa, la colección completa de mis fotografías de aves, mariposas, orquídeas, y uno que otro bicho raro, se encuentra alojada en Flickr. Si visitan la galería podrán ver todas las imágenes en su mayor resolución, y consultar los datos EXIF, que los dejo abiertos por si resultan de interés para algún aficionado a la fotografía.
Una pena. ¿Cómo voy a creerme las fotos si leo que el autor trabaja con 'IA', no solo para fotos sino para informarse? Está muy bien eso de razonar sobre ir a un safari fotográfico estando el mundo ¿al borde? de una guerra mundial - y no me cabe duda que tanto los palestinos en Gaza como los que viven en los territorios ocupados ya consideran estar en plena guerra unilateral de aviación, ejercito de tierra y carpet bombing - y precisamente aquí en substack estamos cerca de las fuentes de información, con sus fotos reales de la masacre diária.
Claro, luego están los que usan esas fotos para 'engrandecerlas' artificialmente, como si fueran una imagen congelada de un filme con una niña de vestido rojo enmedio de escombros en blanco y negro. Ni que hiciera falta aumentar o modificar el horror de la imagen tal cual.
Como no hace falta tampoco intentar aumentar la estética de una mariposa transparente.
Cada vez resulta más difícil diferenciar, pero se puede, verdad de propaganda y aquí estamos, aprendiendo nuevas técnicas de distinguir la imagen de la mentira.
Alguna mariposas de esas he visto, hace mucho tiempo y ciertamente me tocó 'el alma'. Y no se me va a olvidar nunca, hasta que mi memoria me falle, eso es .
Un saludo a Colombia
PS: se agradece indicar que algunas imágenes están generadas con 'AI', es lo mínimo que uno puede pedir. Pocos lo hacen, asi que ¡gracias!
Apreciado Juan José, muchas gracias por tan agradable audio, las imagines divinas, pero la última es fuera de concurso, no sólo por las mariposas, el haber logrado el desenfoque de la hoja la hace impresionante. Hace unas semanas subí a una montaña en el corregimiento de La Virginia, Calarcá, y me mostraron las mariposas transparentes, pero desconocían toda la información que usted conoce. Muchas gracias.