LA MAGIA DEL DSD: ¿POR QUÉ SARAH VAUGHAN, JOHNNY HODGES Y BILL EVANS SUENAN MEJOR QUE NUNCA?
Un viaje al corazón del sonido de alta resolución y tres joyas del jazz que lo demuestran
Desde hace unos cuantos años, cuando pude conseguir mi primer DAC (Digital-to-Analog Converter) capaz de procesar este formato, vengo escuchando, si está disponible, música en DSD (Direct Stream Digital), una tecnología de audio digital desarrollada por Sony y Philips, utilizada principalmente en los discos Super Audio CD (SACD).
Para un CD normal en PCM (Pulse Code Modulation) se utiliza una frecuencia de muestreo de 44.1 kHz (kilohertz). La señal analógica se muestrea 44,100 (cuarenta y cuatro mil cien) veces por segundo.
DSD utiliza un enfoque diferente al PCM tradicional, empleando una técnica de modulación "sigma-delta" para grabar audio con una calidad extremadamente alta, lo que permite una reproducción de sonido más cercana a la grabación analógica original.
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Me perdonan el tecnicismo cuando les menciono el término "modulación sigma-delta". No es mi interés impresionar a nadie, todo lo que sé es que se trata de una técnica avanzada que permite convertir señales analógicas en digitales mediante un muestreo de alta frecuencia, con alta precisión y menos ruido, lo cual es crucial para aplicaciones de audio de alta fidelidad, como el DSD.
Me perdonan el tecnicismo cuando les menciono el término "modulación sigma-delta". No es mi interés impresionar a nadie
Solo para que conste, para quienes se interesen en los detalles, un modulador sigma-delta compara la señal de entrada analógica con una señal de referencia generada por el sistema, y la diferencia entre estas señales se cuantifica en un "flujo de bits" (bitstream) de un solo bit, que representa la diferencia de la señal de entrada con respecto a un valor de referencia. La señal de error (o sea, la diferencia) se alimenta de vuelta en un filtro de realimentación (generando lo que se conoce como un feedback loop), lo que reduce el error en el próximo ciclo de muestreo. Esta realimentación es lo que da el nombre a la técnica (sigma: suma de errores, delta: diferencia). Sea como sea, el resultado es una señal digital de 1 bit que alterna a una enorme velocidad, entre los valores altos y bajos.
Las grabaciones que vamos a presentar hoy están en DSD 128, es decir, la señal analógica se muestrea 5,644,800 veces por segundo
Las grabaciones que vamos a presentar hoy están en DSD 128, es decir, la señal analógica se muestrea 5,644,800 veces por segundo (sí, cinco millones seiscientos cuarenta y cuatro mil ochocientas muestras por segundo). Esto es el doble del DSD estándar (DSD 64), que tiene una tasa de muestreo de 2.8224 MHz.
¡Cuidado con esto! La cantidad de información que hay en un sistema con millones de muestras por segundo a una profundidad de 1 bit no es necesariamente mayor que la cantidad de información captada con una frecuencia de muestreo mucho menor (como 44.1 kHz) a 16 o 24 bits, porque cada una de esas cuarenta y cuatro mil cien muestras se representa con 16 o 24 bits en lugar de con uno solo. Dicho esto, la ventaja teórica del DSD, en cuanto a la calidad del sonido resultante, radica en que la muy alta frecuencia de muestreo permite capturar más detalles de la señal analógica original, reduciendo el "aliasing" y preservando la fidelidad del sonido.
El término "aliasing", que se puede traducir al español como "distorsión por muestreo insuficiente", es un fenómeno que ocurre en la conversión de señales analógicas a digitales cuando la frecuencia de muestreo no es suficientemente alta para capturar todas las variaciones de la señal original. Esto puede causar que las frecuencias altas se "confundan" o se "mezclen" con frecuencias más bajas, resultando en distorsiones y artefactos no deseados en la señal digital. Dicho de una forma más tosca: uno quiere diferenciar dos notas cercanas de un violín, en lugar de escuchar algo que parecería una sola nota, lo que puede pasar cuando la frecuencia de muestreo no logra detectar la diferencia. Esto hace que el sonido en DSD parezca más "en vivo" que grabado. Probablemente esa sea toda la diferencia.
Esto hace que el sonido en DSD parezca más "en vivo" que grabado. Probablemente esa sea toda la diferencia
No me voy a enfrascar en una discusión profunda al respecto porque: 1. No tengo los conocimientos, 2. Reconozco que hay mucha subjetividad a la hora de escuchar una pista musical y 3. Porque no gano nada defendiendo uno u otro formato. Simplemente tengo ambos (más el streaming) y me gustan mucho las grabaciones que tengo en DSD. No hay mucho más para decir.
¿Es el oído humano capaz de escuchar esa diferencia? No voy ni siquiera a intentar responder esa pregunta porque me parece que no tiene sentido. No soy capaz de afirmar que, en igualdad de condiciones, yo sería capaz de diferenciar una versión muy buena en PCM de otra, también muy buena, en DSD. No me sometería a esta prueba porque probablemente fracasaría, como les pasa a muchos que se las dan de "expertos" en vino y luego pasan unas vergüenzas públicas de escándalo.
Simplemente me gusta como suena lo que tengo en DSD y eso me hace feliz, aunque la mayoría de la música que escucho proviene de Qobuz. Si la fuente es de buena calidad, me vale. Si la fuente es de mala calidad, o proviene de una mala grabación, que la escuche otra persona.
Simplemente me gusta cómo suena lo que tengo en DSD y eso me hace feliz, aunque la mayoría de la música que escucho proviene de Qobuz
En mi librería personal tengo producciones en DSD 64, DSD 128, DSD 256 e incluso DSD 512. Yo estoy convencido de que este formato suena mejor que PCM, y tengo la fortuna de haber configurado con los años (muchos), un modesto sistema que, aunque no cuesta una fortuna, es capaz de resolver esta diferencia.
Si quieren profundizar un poco en esto del DSD, les recomiendo este par de cortos videos de Paul McGowan, propietario y presidente de PSAUDIO, una compañía de audio de alta gama que, además, tiene una división llamada "Octave Records", que funciona como un sello discográfico que graba exclusivamente en DSD:
Hay un video de Ted Smith, de hace 10 años, que explica esto del DSD desde un punto de vista un poco más técnico:
Hay muchos videos en el canal de Paul y en otras fuentes que explican de forma extensa el formato DSD. Algo he visto y leído al respecto. Solo se los comento por si alguien tiene interés. El tema es realmente interesante.
Según entiendo, en el sello Octave Records graban la señal proveniente de los micrófonos directamente en un sistema DSD, lo cual es una maravilla. No creo que muchas disqueras hagan esto y tampoco puedo garantizar que esta metodología tenga resultados muy diferentes a convertir un máster analógico en DSD, siempre y cuando la grabación analógica original sea de máxima calidad, como sucede con los trabajos que voy a presentarles enseguida.
En el sello Octave Records graban la señal proveniente de los micrófonos directamente en un sistema DSD, lo cual es una maravilla
Hay un sello discográfico que se llama 2xHD. Esta gente utiliza un sistema patentado para procesar masters musicales originalmente grabados en analógico u otro formato, llevando las grabaciones a DSD con el fin de producir una experiencia auditiva única.
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Según puedo leer en la página web y en los pdf de algunas grabaciones que poseo, el proceso se basa en la utilización de componentes y conectores audiófilos de alta gama, incluso recurriendo a energía de batería en ciertos casos, para aprovechar la fuente de energía más limpia posible. Esta combinación de equipos personalizados para cada proyecto garantiza la reproducción más precisa de la grabación original, revelando detalles que antes podían quedar ocultos por el uso de ecualización, transformadores, paneles de conexión y cables largos. La elección de los componentes es crucial, ya que muchos convertidores A/D y D/A no logran superar estos filtros, creando un "techo" en la calidad del sonido. El sistema 2xHD preserva la dinámica del máster original y ofrece una sensación de apertura en el sonido. Pero ¡cuidado!: resulta clave la calidad de la grabación original. Estos señores se esmeran en utilizar la mejor fuente posible, lo que garantiza muy buenos resultados.
Pero ¡cuidado!: resulta clave la calidad de la grabación original
Pues bien, no satisfechos con eso, 2xHD ha avanzado hacia una nueva fase denominada 2xHD FUSION, que integra el mejor sonido analógico con tecnología digital de vanguardia.
La cadena de masterización utiliza equipos de vacío de alta gama. Para las grabaciones de este tipo de álbum se usan las cintas maestras originales de 1/4" y 15 ips CCIR, que se reproducen en una grabadora de cintas Nagra-T, modificada con electrónica de reproducción de alta calidad. El Nagra T cuenta con uno de los mejores transportes jamás creados. Un bloque de cabeza de fibra de carbono hecho a medida y un sistema de amortiguación de cabezales permiten a 2xHD FUSION lograr una mejor resolución e imagen 3D.
Se utiliza un DAC de tubo de vacío NAGRA HDdac (DSD) como convertidor de referencia digital a analógico para comparar con la cinta maestra analógica original, permitiendo la fusión del "calor" del analógico con el refinamiento del digital.
Tanto 2xHD como 2xHD FUSION fueron fundados por el productor y dueño de estudio André Perry y el ingeniero de sonido audiófilo René Laflamme, dos apasionados de la música decididos a disfrutar de su calidez y profundidad sin la interferencia del equipo técnico.
Muy temprano en la mañana del 22 de junio de 2024 pude conseguir 3 grabaciones fabulosas, dos de 2xHD FUSION y una de 2xHD, a muy buen precio. Todas en DSD 128. Yo accedo a 2xHD a través de una tienda musical que se llama "Audiophile Music". Disfruté todo el sábado de estos tres trabajos y por eso los comparto con ustedes.
Cabe mencionar que esta columna no es patrocinada ni por PSAUDIO, ni por Octave Records, ni por 2xHD, ni por AudioPhile Music, ni por nadie. Yo escribo lo que quiero y como quiero. Eso sí, puedo decirles que tengo algo de la electrónica (DAC, preamplificador y streamer) fabricada por PSAUDIO, que Paul McGowan ha sido muy amable conmigo y me ha dedicado tiempo valioso para aconsejarme con honestidad sobre aspectos técnicos de mi sistema, por lo cual le estoy agradecido. Pero no es más.
Estas (Suites para violonchelo) son maravillosas y fueron grabadas y producidas de forma impecable, en DSD, por supuesto
Tengo casi todo lo que ha producido Octave Records, incluyendo lo que considero la mejor versión jamás grabada de las Suites para violonchelo solo, BWV 1007-1012 de Johann Sebastian Bach, interpretadas por Zuill Bailey. No voy a discutir si son mejores que las de Rostropóvich u otros chelistas, porque para gustos los colores, pero estas son maravillosas y fueron grabadas y producidas de forma impecable, en DSD, por supuesto.
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Pero volvamos a donde estábamos: a los 3 discos que he escuchado todo el día, gracias a una promoción de AudioPhile Music que pude aprovechar.
Deberíamos empezar por "Live At Rosy's", de Sarah Vaughan, un disco producido con la tecnología 2xHD, con base en la grabación original en vivo en el famoso club de jazz "Rosy's Jazz Club" en New Orleans, en 1978. La grabación original la hizo Timothy Owens para la National Public Radio, y, aunque no tengo claro el medio en el que quedó grabado el máster, todo indica que el máster original fue usado para producir esta versión, que suena realmente bien.
Y es que con Sarah Vaughan (1924 - 1990) no hay pierde, sobre todo si la grabaron bien, como en esta ocasión.
“La divina”. Así le decían a Sarah Vaughan. Y merecía mucho más, porque es sin dudas una de las cantantes de jazz más influyentes y aclamadas del siglo XX. En mi viaje por el universo del jazz he descubierto voces femeninas que cantan de manera celestial, y esta es una muy especial: eso de "La Divina" no es solo un apodo; es un tributo a una de las voces más influyentes y memorables del siglo XX en el jazz. Su tono rico y expresivo, su habilidad para transformar melódicamente las canciones, y esa forma única de infundir emociones profundas la convierten en una figura imprescindible para cualquier amante del jazz y en un faro para las futuras generaciones de cantantes.
Vaughan, con su legado de premios Grammy y un lugar indiscutible en el Salón de la Fama del Jazz, sigue siendo una voz distintiva y apasionada, un símbolo perdurable de excelencia en el jazz.
En este álbum se encuentran interpretaciones vibrantes y emocionantes de varios estándares de jazz como "Time After Time", "I Got It Bad (and That Ain't Good)" y "Fascinating Rhythm"
En este álbum se encuentran interpretaciones vibrantes y emocionantes de varios estándares de jazz como "Time After Time", "I Got It Bad (and That Ain't Good)" y "Fascinating Rhythm".
La calidad de la grabación y la producción impecable en DSD captan la acogedora atmósfera del lugar, y la respuesta del público le adiciona una capa más de autenticidad a la grabación. Por algo "Live At Rosy's" es considerado uno de los mejores álbumes en vivo de Sarah Vaughan y un testimonio de su habilidad para dominar el escenario y ofrecer actuaciones memorables.
Los dos álbumes siguientes fueron hechos con el sistema de 2xHD FUSION.
Déjenme presentarles primero la colaboración entre dos grandes del jazz: el saxofonista alto Johnny Hodges y el saxofonista tenor Ben Webster.
Johnny Hodges (1907 - 1970) es mejor conocido por su destacado trabajo en solitario con la orquesta de Duke Ellington, donde tocó el saxo alto líder en la sección de saxofones durante muchos años. Su interpretación se convirtió en una de las voces más características de la orquesta de Ellington. Es considerado uno de los saxofonistas altos definitivos de la era de las grandes bandas.
Ben Webster (1909 - 1973) era un gran admirador de Hodges y, en su opinión, "nadie en el jazz tocaba con más sentimiento". Webster, también un intérprete muy lírico y emocional, formó con Hodges una magnífica pareja en este álbum, grabado en 1960. Esta colaboración entre Hodges y Webster es considerada una joya del jazz clásico. Es muy evidente la química entre los dos saxofonistas y la sección rítmica. Esta sesión de grabación, única y emotiva, ha sido reconocida y apreciada por críticos y aficionados durante décadas.
Les recomiendo poner especial cuidado a "One for the Duke". Esta canción es destacada en las reseñas y comentarios sobre el álbum y se considera una de las mejores interpretaciones de los dos saxofonistas. Fue hecha como homenaje a Duke Ellington, el famoso compositor y líder de orquesta de jazz, con quien tanto Johnny Hodges como Ben Webster habían trabajado antes.
Les recomiendo poner especial cuidado a "One for the Duke"
La última producción que ha ocupado mi día es de nada menos y nada más que de Bill Evans. El álbum se llama "Another Time: The Hilversum Concert" y fue grabado en la Unión de Radio de los Países Bajos (NRU) en el Estudio 8 de VARA en Hilversum, Países Bajos, el 22 de junio de 1968.
Esta fue una grabación a trío, con Eddie Gomez en el bajo y Jack DeJohnette en la batería. Para empezar, hay que destacar la calidad de la grabación, lo que quiere decir que en la década de 1960 ya había tecnología suficiente para grabar bien a los artistas. Me da mucho pesar que tantas y tantas sesiones musicales memorables se hayan perdido para la historia, porque a nadie se le ocurrió que el o los artistas iban a morir algún día y, teniendo cómo, era casi que una obligación moral dejar el legado para el futuro.
Me da mucho pesar que tantas y tantas sesiones musicales memorables se hayan perdido para la historia, porque a nadie se le ocurrió que el o los artistas iban a morir algún día…
Pero bueno, afortunadamente este álbum fue grabado de forma impecable, cosa que los melómanos y audiófilos agradeceremos siempre.
Poco hay que decirle de Bill Evans (1929 - 1980) a un aficionado al jazz. Se trata sin duda de una de las figuras centrales del jazz moderno. Su obra abarca el cool, el post-bop y la música modal (recuerden que hizo parte del elenco de "Kind of Blue"). Es considerado uno de los pianistas de jazz más importantes de la historia por su uso de la armonía, sus interpretaciones del repertorio tradicional del jazz y sus características líneas melódicas rítmicamente independientes. Muchas de las composiciones de Evans, como "Waltz for Debby" y "Time Remembered," se han convertido en estándares del jazz, interpretados y grabados por muchos artistas. Evans recibió 31 nominaciones a los Premios Grammy, ganó 7 premios y fue incluido en el DownBeat Jazz Hall of Fame, una prestigiosa institución (establecida por la revista DownBeat) que celebra y honra a los músicos de jazz más influyentes y destacados.
"Another Time: The Hilversum Concert" es una joya para los amantes del jazz y los seguidores de Bill Evans, porque brinda una visión única de una actuación en vivo de uno de los tríos más talentosos y efímeros del jazz. Este álbum captura la magia de una noche especial en Hilversum y sigue siendo una referencia esencial para la música de jazz en vivo. Aunque todo el álbum es una maravilla, sugiero poner especial cuidado a "You're Gonna Hear from Me", "Very Early", "Nardis" y "Five", que son consideradas por muchos, las pistas más destacadas del trabajo.
¿Total?
Un día grandioso, lleno de música espectacular, bien grabada y reproducida. La vida es buena conmigo. Busquen estos artistas y estos álbumes. Si les dan una oportunidad les regalarán incontables horas de experiencias musicales únicas.
Qué buena sugerencia la del "Another Time" de Bill Evans. Desde "Kind of Blue" me he interesado por el trabajo de Coltrane y Evans. Lo que siempre me ha llamado la atención de Bill Evans es su armonía... Con todo tipo de inversiones y todas esas extensiones 9, 11 y 13 en todas las formas posibles. Un "estándar" con él es único. En especial, me gusta la versión de "Alfie" (de la que tengo una transcripción nota por nota de Hal Leonard, que me supera pianísticamente como te alcanzarás a imaginar... Pero se puede disfrutar, solo viendo las notas en el papel... Pero, me desvío). No podría pronunciarme sobre los aspectos técnicos "audiófilos" que mencionas, pero estoy seguro de que la experiencia "aural" que tienes es óptima. Me alegra mucho por vos, Juan. Queda para otro día mi apreciación de Sarah Vaughn, Johnny Hodges y Ben Webster. Estoy seguro que también son un festín... En fin, mil gracias Juan.
Mil gracias por tan tan completa explicación y sugerencias musicales.