UN TESORO OCULTO DE MOZART QUE TODOS DEBERÍAN CONOCER
"La Velada Solemne del Confesor", un trabajo musical que cautiva el alma
Esto tiene todo el aspecto de ser una especie de confesión. Mejor dicho, voy a contarles algo que me produce un poco de vergüenza: durante mi vida he escuchado a Mozart mucho menos de lo que semejante compositor se merece. Me da pena aceptarlo, pero así es.
En estos días he estado reflexionando al respecto. ¿Qué será lo que me pasa?
Yo no lo entiendo bien: hago mi mejor esfuerzo, busco alguna de las obras famosas de Mozart, la pongo a sonar, me parece muy buena, lo que escucho me agrada, y a los pocos minutos me doy cuenta de que estoy escuchando de nuevo a Beethoven. No es un asunto realmente consciente ni intencional, simplemente sucede.
¡Es una cosa de locos! Si en algún momento estoy de ánimo sinfónico y, por ejemplo, me pongo a escuchar la Sinfonía No. 40 en Sol menor (K. 550) de Mozart, una obra cumbre de todo el repertorio sinfónico del mundo, de alguna manera, sin que me parezca mala (¡faltaría más!), algo me pasa, como que no me parece suficiente, interrumpo este monumento musical y me voy para cualquiera de las sinfonías de Beethoven, donde me siento como en casa.
Y me da vergüenza con Mozart y conmigo mismo. La Sinfonía No. 40 es emocionalmente intensa, la melodía principal del primer movimiento es bellísima y cualquiera la reconoce. Pueden recordarla en este corto archivo MIDI, que busqué la forma de crear para ustedes:
Siempre he tenido la tendencia a pensar que lo que me pasa es que me gusta más la música romántica que la música clásica.
Siempre he tenido la tendencia a pensar que lo que me pasa es que me gusta más la música romántica que la música clásica
Me estoy refiriendo, por supuesto, a dos períodos muy reconocidos de la historia de la música occidental, cada uno con sus propias características y contextos históricos. Lo que conocemos como "música clásica" abarca un período de tiempo que va más o menos desde 1750 hasta 1820, mientras que la "música romántica" fue compuesta entre 1820 y 1900, más o menos.
Beethoven, en su fase más tardía, es considerado por muchos el creador de la música romántica, o el primer compositor, de los grandes, que se atrevió a romper los esquemas dominantes del período clásico, para explorar nuevas formas de expresar emociones y sentimientos, creando obras más libres y personales.
Es verdad, a mí me encanta la música del período romántico, pero ese hecho no explica del todo lo que me sucede con Mozart porque, entre otras cosas, mucha de la música de Beethoven, con la que convivo casi a diario, podría catalogarse como música clásica, como la de Mozart. Si nos fijamos bien, Mozart nació en 1756 y murió, muy joven, en 1791, mientras que Beethoven nació en 1770 (cuando Mozart tenía 14 años) y murió en 1827. Siendo así, ambos compositores vivieron juntos en el planeta por 21 años. Mozart un poco mayor que Beethoven, pero tampoco podríamos decir que existe entre ellos una distancia de tiempo muy significativa.
Pero sí, la música que más me atrae de Beethoven es la compuesta en los últimos años de su vida, en lo que se denominan sus períodos medio y tardío, de modo que puedo creer que la faceta romántica del compositor es mi mayor debilidad. Puede ser entonces que yo no disfrute tanto del formalismo, la claridad y el equilibrio de la música clásica, porque prefiero las emociones que expresa la música romántica y el hecho de que estos compositores se caracterizaran por un uso más amplio y audaz de la armonía, incluyendo modulaciones frecuentes (cambios de tonalidad dentro de una composición) y progresiones inusuales, lo que enriquece la paleta expresiva del compositor. Las melodías románticas eran más largas, más apasionadas y a menudo más complejas, y eso me gusta más que las progresiones armónicas clásicas, que seguían reglas estrictas, con melodías que eran a menudo elegantes y equilibradas.
Pero sí, la música que más me atrae de Beethoven es la compuesta en los últimos años de su vida, en lo que se denominan sus períodos medio y tardío
Algunos críticos y conocedores afirman que la música clásica tenía una función más social y de entretenimiento, por lo que sus temas eran a menudo abstractos o relacionados con la belleza y el equilibrio ideal. Estoy de acuerdo con ese concepto. La música romántica, en especial la compuesta por Beethoven, explora temas más personales y subjetivos, a menudo inspirados por la naturaleza, la literatura, la poesía, el amor y la tragedia. La música se convirtió en un medio para expresarse y explorar el mundo de las emociones. Y a mí eso me cautiva hasta los huesos.
De todos modos, no estoy del todo tranquilo con la poca exposición que he tenido a la música de Mozart. ¡Claro que la he escuchado!, todo el mundo lo ha hecho, pero Beethoven me atrae como un imán, cuya fuerza no puedo evitar.
De modo que, tratando de mejorar mi repertorio musical, decidí buscar en los recovecos de Mozart, y me encontré con una obra no muy famosa, pero que me gustó mucho y quiero compartir con ustedes, porque la escuché varias veces sin esfuerzo alguno, plenamente sumergido en una experiencia musical gloriosa, como las que suele proporcionarme el señor Beethoven.
Es apenas lógico entender que para sumergirme en Mozart escuché mucha de su música, empezando por la Sinfonía No. 40 en Sol menor, K. 550, que mencioné arriba, que es espectacular, expresiva, dramática y emocional. Luego me fui al Réquiem en Re menor, K. 626, una obra solemne y conmovedora, famosa por su intensidad y su profundidad espiritual. Luego busqué la Pequeña Serenata Nocturna en Sol mayor, K. 525, una de las piezas más populares y reconocibles de Mozart, que es a la vez alegre y ligera. En la red me encontré un archivo MIDI de distribución libre que me permití modificar un poco para dejarles escuchar el comienzo de esta obra. La recordarán con mucha facilidad:
Pero no me detuve allí, volví a escuchar La Flauta Mágica, K. 620. Toda la ópera es divina, pero el "Aria de la Reina de la Noche" es impresionante. Todos la conocemos y admiramos por la belleza melódica y la exigencia para la soprano. Hace 15 años subieron a YouTube una versión cantada por Diana Damrau (2:13). Quien subió el video dice no tener los derechos de autor, que son propiedad de la BBC y Opus Arte, por lo que recomendó adquirir el DVD de esta representación en Amazon. Hago eco de esa recomendación. Les dejo el enlace al video porque vale la pena verlo:
Para quienes puedan tener interés, en Qobuz hay una muy bella versión en alta resolución, grabada en febrero de 2021, y cantada por Aleksandra Kurzak con la Morphing Chamber Orchestra.
No descuidé los conciertos para piano, aunque me concentré en el No. 21 en Do mayor, K. 467, uno de los más interpretados y grabados de Mozart, cuyo segundo movimiento es realmente bello. ¿Quién no recuerda este pequeño trozo que recuperé de un archivo MIDI?
Las notas representadas en el video anterior empiezan en el compás 25 del segundo movimiento del Concierto para piano No. 21 de Mozart.
Por supuesto que me detuve un rato en la famosa Sinfonía No. 41 en Do mayor, K. 551 "Júpiter", obra de escucha obligada para los aficionados a la música clásica. También repasé Don Giovanni, K. 527, el Concierto para clarinete en La mayor, K. 622, una de las obras que más me gusta de Mozart, Las Bodas de Fígaro, K. 492 y otras composiciones que no vale la pena enumerar, todas de gran calidad y belleza.
Pero, como les dije en algún momento, en este repaso me encontré con una obra cuyo nombre original en latín es "Vesperae solennes de confessore", que se traduce como "La velada solemne del confesor", K. 339
Pero, como les dije en algún momento, en este repaso me encontré con una obra cuyo nombre original en latín es "Vesperae solennes de confessore", que se traduce como "La velada solemne del confesor", K. 339.
Esta obra, probablemente porque fue escrita para solistas SATB (soprano, alto, tenor y bajo), coro y orquesta, me atrapó de inmediato. No sobra aclarar que en los coros mixtos de SATB (Soprano, Alto, Tenor, Bajo), las contraltos generalmente cantan la parte más grave de las voces femeninas, mientras que las altos cantan la parte más aguda de las voces femeninas bajas.
Escuchándola, ni se me ocurrió pensar en otro compositor. Es una obra corta y su duración varía dependiendo de la interpretación y el tempo escogido por los intérpretes. En general, son entre 25 y 30 minutos de música maravillosa.
Mozart compuso "La velada solemne del confesor" en 1780. Es una obra sacra no muy conocida por el gran público, aunque investigando un poco pude ver que se encuentra entre las composiciones litúrgicas más destacadas de Mozart y es un ejemplo de su talento para la música religiosa. El príncipe-arzobispo de Salzburgo, Hieronymus Colloredo, le encargó este trabajo a Mozart para que se interpretara en la catedral de Salzburgo. La obra fue pensada para que tuviera la estructura de algo que se conocía como "las vísperas", una especie de servicio de oración vespertino en la Iglesia Católica Romana.
No sabría cómo catalogar esta obra, simplemente es música sacra. Consta de 6 movimientos cortos, que parecen corresponder a cada una de las secciones de las Vísperas
No sabría cómo catalogar esta obra, simplemente es música sacra. Consta de 6 movimientos cortos, que parecen corresponder a cada una de las secciones de las Vísperas. Son 5 salmos y un Magnificat: "El Señor dijo" (Salmo 110), "Te confesaré Señor" (Salmo 111), "Bendito hombre" (Salmo 112), "Alabad al Señor, hijos" (Salmo 113), "Alabado sea el Señor" (Salmo 117), un aria especialmente famosa para soprano, y el Magnificat se llama "Cántico de María", inspirado en el evangelio de San Lucas (1:46-55).
Para quienes no lo sepan, el "Magnificat" es un cántico litúrgico antiguo y muy socorrido en la tradición cristiana. Su uso está profundamente arraigado en las prácticas litúrgicas de varias denominaciones cristianas, especialmente en la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y algunas ramas del protestantismo. En este caso el "Magnificat" es el canto de alabanza que María, la madre de Jesús, entona durante su visita a su prima Isabel, quien también está embarazada. Producto de ese embarazo nacería Juan el Bautista.
Otros compositores escribieron "Magnificat" muy famosos. Bach tiene uno en Re mayor, BWV 243, que es uno de los más conocidos, mientras que Vivaldi compuso varios, siendo el más famoso el RV 610.
"La velada solemne del confesor" fue toda una sorpresa para mí. No recuerdo haberla escuchado nunca. La recomiendo sin ninguna duda porque es de una belleza extraordinaria.
Debería escuchar más a Mozart.
Nota: les dejo una versión en YouTube, publicada hace solo 4 meses, por si quieren escuchar “Vesperae solennes de confessore” sin salirse de esta publicación: